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Reportaje de boda en Restaurante Sansonategi | Fotógrafos de boda en Gipuzkoa

Amanda Jandula / Reportajes de boda / / 0 Comments

¿Cómo capturamos los momentos más íntimos de una boda?

Cuando fotografiamos una boda, lo que realmente buscamos es capturar la esencia de las personas: sus emociones, sus conexiones y esas miradas que lo dicen todo. Las imágenes íntimas son las que más nos conmueven porque cuentan una historia real, una que los novios querrán revivir una y otra vez. Aquí te comparto qué hacemos para capturar esos momentos auténticos y emotivos:

Creamos un ambiente de confianza ¡Súper importante!

La clave para captar momentos íntimos es que la pareja se sienta cómoda con nosotros. Desde la primera reunión, es fundamental que se abran a nosotros y nos empiecen a considerar más un amigo que una simple fotógrafa. Un truco que solemos usar es preguntarles sobre cómo se conocieron o qué les emociona más de su gran día. Estas conversaciones no solo rompen el hielo, sino que también nos dan pistas sobre qué detalles serán importantes para ellos.

Somos el perfecto observador silencioso.

En una boda, los momentos íntimos no se planean; surgen. La mano del padre temblando al entregar a su hija, una lágrima furtiva del novio al ver a su pareja, o esa mirada entre los abuelos que lo resume todo. Nuestra tarea es estar atentos, anticiparnos y capturar estas escenas sin interrumpir. Nos mantenemos en segundo plano, como espectadores invisibles que narran la historia a través de su lente.

Los momentos entre momentos.

Algunas de las fotografías más auténticas ocurren cuando nadie está posando. Durante los preparativos amigos bromeando entre sí,… Miradas de segundo plano…
O como después de la ceremonia, capturar los abrazos sinceros entre familiares y amigos. Esos pequeños detalles son los que hacen que un reportaje de boda sea único.

Sentir la boda.

Las emociones son contagiosas “Si te permites emocionarte con los novios, lo transmitirás a tus fotos”. Yo siempre me encuentro con la lagrimilla en el ojo en cada boda que fotografío, y es esa conexión la que me permite entender mejor lo que sucede a mi alrededor y capturarlo de forma más auténtica.
Fotografiar bodas no se trata solo de hacer imágenes bonitas, sino de contar historias que perduren. Los momentos íntimos son los que convierten un álbum de boda en un tesoro.
Siempre le digo a Imanol “siente, respira y dispara desde el corazón”

Y ahora os dejo con el reportaje de boda de Lidia&Maialen en el restaurante Sansonategi.
Como anécdota a todo lo que os he contado arriba, os diré que hace unos días al venir a por su entrega a la oficina, nos dijeron “Chicos, la gente no ha parado de decirnos ¿Los fotógrafos que eran vuestros amigos?”

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